La cultura corporativa es la energía emocional que impulsa la inteligencia colectiva. Tips Cultura Energia Talento Humano El pasado domingo leí el artículo de un experimentado profesional, cuyas publicaciones sigo con regularidad, Jaime Pereira. Su última reflexión dice así: “Cultura corporativa ¿se impone?”. Me hizo reflexionar sobre la situación en la que nos encontramos (entornos de incertidumbre y cambio actuales), y hoy he querido acompañarle con unas líneas. Recuerdo cuando las empresas se sentían seguras de su posición, respaldo financiero y recursos para llevar a cabo su misión. Lejos queda esa atmósfera, que ha pasado de ser una corriente natural a una actitud colectiva impuesta por los líderes ante el desmoronamiento del tejido empresarial. Siempre he concebido la cultura como el conjunto de valores que se sostienen emocionalmente por el equipo, un sentimiento vivido con pasión en aquellas organizaciones donde existe orgullo y admiración. Cuando esto sucede, los indicadores hablan por sí mismos: una baja tasa de absentismo, casos de entrega y sacrificio continuo hacia la marca, entre otros. Para que pueda florecer esa energía en una compañía deben de estar definidos estos elementos básicos de partida: Un objetivo (misión) claro sobre el que trabajar, crecer y sostenerse. Unos valores que argumenten el porqué de nuestra fortaleza y estén alineados con el objetivo. Los problemas comienzan cuando hay dificultades para llevar a cabo la misión o la dirección actúa de forma contradictoria a la misma. La cultura puede deteriorarse cuando decisiones críticas del pasado son percibidas como equivocadas y estas han repercutido en un empeoramiento del bienestar actual. No hay nada peor que un equipo desmotivado que haya dejado de sentir los colores de su empresa, y no suele suceder por el hecho de que se vivan dificultades o malos tiempos. La incapacidad de transformar la cultura corporativa en tiempos de cambio provoca opacidad de las maniobras de la dirección. No hay mejor atajo para perder credibilidad que intentar mantener las apariencias. “El comportamiento individual depende de la interacción entre las características personales y el ambiente que lo rodea”. Kurt Lewin Mucho se habla de organizaciones 2.0 en la red, donde se promueven factores que sustentan y crean nuevas culturas,facilitando que los modelos de negocio cambien de manera menos traumática. Algunos aspectos que propician este entorno son: Un clima real, sostenible, que promueva y recompense el talento de sus integrantes. Aún existen departamentos de recursos humanos que no trabajan bien esta indispensable forma de evitar la desmotivación. Una puerta abierta para que intra-emprendedores propongan, lideren y reciban respaldo para su proyectos con el objetivo de hacerlos rentables. Transparencia y elegancia desde la dirección en la comunicación sobre los intentos fallidos de la organización, dejando a disposición de la inteligencia colectiva propuestas incentivadas para recuperar esos proyectos. Comunicación sobre los avances positivos, argumentando cuáles han sido los valores y elementos clave que se han superado para poder llegar hasta ahí. Esto es importante para crear una cultura de calado. Es crucial evitar situaciones que empeoran el clima empresarial: Directrices recurrentes de consecución de objetivos de urgencia, como si de ellas dependiese el presente y futuro de la compañía. Comunicaciones sin respuesta, sobre todo a aquellas de las que se derivaría la evolución de un proyecto o la resolución de un problema. La pérdida del sentimiento consciente de que el cliente, tanto interno como externo, es el protagonista de todo negocio por muchos stakeholders que haya que atender en el camino. La solicitud de objetivos imposibles, y que estos empeoran sin argumentación y herramientas para quienes tienen que llevarlos a cabo. Las actividades fraudulentas o poco éticas que se den a conocer dentro de una organización empeoran el clima con la rumorología. Ninguna organización será capaz de crear un ambiente magnético que hechice a empleados, clientes y proveedores si no existe una cultura corporativa fuerte y atractiva, digna de ser defendida por todos cuantos se relacionan con ella. “Aquello que comparten todos o casi todos los integrantes de un grupo social. Esa interacción compleja de los grupos sociales de una empresa, está determinada por: valores, creencias, actitudes y conductas”. T. Peters & R. Waterman Autor: David Cánovas. Editor: HitaVelasco. El retorno de la inversión en entrenamiento ejecutivo de equipos gerenciales es exponencial y en minutos. Norman Vincent Peale. Te gustó? Compártelo ! Tweet Whatsapp Prev Next