Los doce comportamientos más repugnantes de un jefe Tips Talento Humano Satisfacción laboral va muy de la mano con la relación con el jefe. Ya que todos saben esto, ¿no es sorprendente que muchas empresas tienen supervisores que destruyen la moral? Si alguna vez has tenido uno, sabes perfectamente como alguien puede ser un pésimo jefe. Aquí hay 12 de los comportamientos mas repugnantes de malos jefes. ¿Qué tanto se ajustan con los comportamientos de tu jefe? Microgestión. ¿Que puede hacer que un trabajo sea aun mas difícil que tener a alguien que siempre te esta observando, cuidando tu asiento y adivinando cada movimiento que haces? La microgestión destruye la iniciativa, sofoca al cerebro y deja al corazón hambriento. Desde la perspectiva de la empresa, la microgestión ahoga la innovación y asegura resultados mediocres. Perpetuamente distraído. Al otro lado del espectro esta el jefe que nunca tiene tiempo para ayudar y que siempre esta mas preocupado por las llamadas, y los mensajes, cuando finalmente tienes una reunión uno a uno. Un empleado que tiene a este tipo de jefe nunca sabe si lo esta haciendo bien o mal o si cualquiera de estos días será su último. Nadie puede trabajar con estándares altos bajo ese marco de acción. Se llevan el crédito. Los grandes jefes comparten el crédito naturalmente y aceptan la culpa sin cuestionamientos. Por otro lado, un mal jefe, busca avanzar en su carrera profesional utilizando a otros para verse bien. Como este tipo de jefes nunca inspiran lealtad, ellos solo pueden gestionar a través del miedo y la intimidación. Es la receta perfecta para un equipo lleno de personas con mal desempeño solo preocupados por la política. Indecisos. Un tenista no se puede dar el lujo de tomarse una semana para decidir hacia donde le pegará a la pelota. Desafortunadamente muchas empresas permiten que los supervisores atrasen decisiones durante semanas, o por siempre. Esto es extremadamente frustrante para empleados con ambición, pensamiento creativo y con mucha energía. Que siempre dan en el gusto. Para algunos jefes la mayor prioridad es convertirse en el mejor amigo de sus empleados o el perro mas obediente del dueño. Ya sea un empleado o el dueño, no quiero un amigo; quiero una persona que de resultados, que me empuje a siempre mejorar y que siempre me dice lo que necesito escuchar en vez de lo que quiero escuchar. Toman atajos. Para ser realmente exitosas, las personas y las empresas deben siempre mantener una alta integridad en todo momento, y a cualquier costo. Los jefes que siempre andan tomando atajos, les cortan las piernas a sus empleados y a su empresa. Un jefe que engaña a los clientes o le miente a los proveedores hace mucho mas que provocar un atropello de la moral, pone en peligro tu carrera profesional, y a tu futuro, al arrastrarte a estas situaciones explosivas. Aman especular y son abogados del diablo. Hay ciertas personas que adoran debatir en vez de decidir, que prefieren analizar un tema desde una cantidad infinita de ángulos en vez de tomar una opción y accionarla. No se donde pertenecen estos jefes, pero si una empresa tiene a suficientes de ellos, será el fracaso mas inteligente en su industria. No dan el ejemplo a seguir. Cuando tu jefe te exige que trabajes 12 horas al día pero gran parte del tiempo la pasa jugando golf, ¿cómo es que no te desmoralizas? Desde la perspectiva de la empresa, el peor daño que un jefe hipócrita puede provocar es el efecto dominó, en el que finalmente todo su equipo tendrá como prioridad el jugar al golf. Humillan públicamente. Jefes que están profundamente perturbados atesoran esos momentos en que se pueden comer viva a una persona en frente a todos. Esta técnica tal vez funcione en algunos deportes con algunos tipos de atletas, pero casi siempre se debe evitar en los negocios. Debilita la moral, minimiza la cultura corporativa y lleva a una alta rotación. Encargan trabajos extra laborales. Mantener los negocios y la vida personal separados es una práctica básica, y es por eso que tu jefe jamás te debiera pedir que vayas a buscar su ropa a la tintorería o que alimentes su gato. Y aunque esto sea tentador para las pequeñas empresas, ellas también deben evitarlo… a no ser que quieran seguir pequeñas. No pueden admitir sus errores. Los jefes que no tienen la capacidad de asumir sus propios errores hacen que los empleados se enfurezcan, que planes mal diseñados se implementen o se perpetúen y dan un ejemplo horrible. Un jefe efectivo no busca mantener un aura de perfección, sino que busca mejorar continuamente todo lo que sus empleados hacen, empezando desde el sano supuesto de que todo lo que se hace puede ser mejorado. Delegan demasiado. Aunque la microgestión es una mala práctica, delegar demasiado puede ser aun peor. Un mal jefe le pedirá a una empleado que se haga cargo de una tarea que el mismo tiene miedo de hacer, y es peor aun cuando el jefe deja todo en manos de los empleados simplemente porque no quiere hacerlo o no tiene interés. Sea cual sea la razón, delegar demasiado puede que hacer que un gran empleado se sienta un fracasado. ¿Y que puede ser peor que eso? Si vives cualquiera de estos 12 comportamientos entonces debes pensar seriamente en buscar un nuevo trabajo. Artículo original escrito por Brad Shorr. Llevado al español por Carlos Rohrer. El retorno de la inversión en entrenamiento ejecutivo de equipos gerenciales es exponencial y en minutos. Norman Vincent Peale. Te gustó? Compártelo ! Tweet Whatsapp Prev Next