Parábola de la semilla que crece Tips Jesús dijo también: “Con el reino de Dios sucede como con el hombre que siembra semilla en la tierra: que tanto si duerme como si está despierto, lo mismo que de noche que de día, la semilla nace y crece, sin que él sepa cómo. Y es que la tierra produce por sí misma: primero brota una hierba, luego se forma la espiga y más tarde los granos que llenan la espiga. Y cuando ya el grano está maduro, lo recoge, porque ha llegado el tiempo de la cosecha.” (Marcos 4:26-29) Ahora tenemos la parábola de la semilla que crece, como es conocido el agricultor, arregla el suelo, siembra, riega, quita las plagas, poda, pero no entiende nada de cómo crece y ni siquiera se da cuenta como se extiende y progresa la semilla, ese proceso lo conoce y lo maneja Dios.El que sembró solamente puede observar y esperar hasta que vea que el trigo está ya listo para ser recogido. Así es con el que siembra la verdad religiosa. Nosotros no podemos hacerla crecer; Dios da el crecimiento (1 Corintios 3:6,7) Ni tampoco podemos comprender los procesos de la germinación espiritual, de crecimiento, y de fructificación. Humilde y pacientemente tenemos que esperar los benditos resultados y recibirlos con beneplácito y alegría. (Broadus. Marcos. 1966)Jesús advierte que el proceso de germinación y fructificación del Evangelio está en las manos inescrutables de Dios. No tenemos control sobre el éxito o fracaso de la empresa misionera, evangelística o social. (Salmo 127:1-2) Repetimos esto tiene relativamente poco que ver con la eficiencia del sembrador. En los terrenos áridos de Palestina la semilla era abandonada a su suerte. Crecía de suyo y cómo acontece el agricultor no sabe. Es parte del misterio del reino. (Cook. Marcos. 1990)Por eso, es mejor trabajar y sembrar la Palabra de Dios, y dejar los resultados al Señor. Nos toca orar, evangelizar, discipular, y trabajar duro, pero no nos compete a nosotros, tratar de entender el misterio del crecimiento de la Iglesia.La Iglesia no crece por métodos y programas humanos, ni por meros seminarios, retiros espirituales, y cientos de maneras para hacerla crecer por el Iglecrecimiento que da más énfasis a los números que a las personas; todo lo anterior, ayuda, pero el genuino crecimiento en calidad y cantidad viene por la soberana voluntad divina.Por eso es clave dar tiempo al Señor para conocer su voluntad y caminar en ella, ¿Haz dado tiempo hoy al Señor? Si no lo haz hecho aprovecha para meditar en la Biblia, para orar y para aprender de la vida.Que el Señor te bendiga para buscarlo. El retorno de la inversión en entrenamiento ejecutivo de equipos gerenciales es exponencial y en minutos. Norman Vincent Peale. Te gustó? Compártelo ! Tweet Whatsapp Prev Next