Importancia de las habilidades gerenciales en un líder exitoso Entrenamiento Tips Equipo Gerencial “Un verdadero líder tiene la confianza para estar solo, el coraje para tomar decisiones difíciles y la compasión para escuchar las necesidades de los demás. No se propone ser un líder, sino que se convierte en uno debido a sus acciones”. Douglas MacArthur Las personas que desempeñan puestos directivos tienen la enorme responsabilidad de velar por el buen desempeño de la organización, ejerciendo un liderazgo que incentive al resto de su equipo. La carencia de liderazgo, de habilidades y competencias gerenciales suele propiciar situaciones de riesgo dentro de una empresa: bajo rendimiento, ambientes conflictivos y poca productividad. Conoce los aspectos más importantes del perfil directivo y cuáles son esos recursos estratégicos esenciales para alcanzar el éxito dentro del área gerencial. ¿Cómo ha evolucionado el perfil gerencial en el siglo XXI? A mediados del siglo pasado se había llegado a la conclusión de que las habilidades de gerentes y directivos eran «todo un arte, y que el éxito dependía del líder para dirigir a sus subordinados». Casi toda la responsabilidad recaía en la gerencia, por eso era tan popular la frase: “No hay malos negocios, sino malos gerentes”. Esta visión tradicional resultaba poco productiva y eficiente por varias razones: Ponía sobre los hombros del líder gerencial toda la responsabilidad. Lo que provocaba además que los miembros del equipo no desarrollaran un sentido de responsabilidad o compromiso con los objetivos. Los equipos de trabajo, por su parte, actuaban de forma operativa y mecánica, atendiendo a las órdenes dictadas por el jefe sin ninguna participación en las estrategias o la logística en general. La falta de un entorno para intercambiar ideas, generar estrategias y considerar todas las amenazas potenciales provocaba que la toma de decisiones por parte del líder gerencial fuera sesgada, pues solo veía una parte de todo el panorama. Sin intercambio de ideas tampoco había condiciones para la motivación ni el desarrollo de habilidades y competencias socioemocionales, lo que dificultaba la captación de talento con disposición para el liderazgo La buena noticia es que a finales del siglo XX comenzaron a cobrar mayor relevancia las habilidades propias del liderazgo gerencial. Las empresas comenzaron a ver los enormes beneficios de motivar y comprometer a todos los involucrados en un área o proyecto dentro de la empresa para formar verdaderos equipos de trabajo con talentos afines. Ahora en el siglo XXI, varios especialistas de capital humano consideran que la forma en que se lidera una gerencia está evolucionando rápidamente, pues el objetivo es ajustarse «a las exigencias de estos tiempos turbulentos, fundamentándose en un nuevo concepto de anticipación del futuro». ¿Cómo se definen las habilidades gerenciales? Los puestos directivos y gerenciales enfrentan una realidad cambiante que exige desarrollar estrategias imprescindibles para el alto desempeño de su actividad. Esto implica que dichas estrategias se vean reflejadas en su capacidad para tomar decisiones y gestionar sus equipos de trabajo. Cuando hablamos de habilidades gerenciales, nos referimos a una serie de capacidades autodirigidas para realizar actividades de liderazgo. Estos recursos nos permiten gestionar, coordinar y dirigir de la manera más eficiente todos los recursos del área a nuestro cargo, principalmente los de capital humano. El incremento de nuestro desempeño se verá reflejado en diversas competencias relacionadas con la toma de decisiones, la comunicación asertiva, la capacidad de resolución de problemas y, en general, la capacidad para generar estrategias de planificación y organización de proyectos. Como podemos ver, un directivo con actividades gerenciales tiene la enorme responsabilidad de liderar con el mayor grado de eficiencia, motivando a su equipo para trabajar haciendo uso de toda su capacidad. Capacidad, habilidades y competencias: rasgos imprescindibles del líder gerencial Es muy frecuente confundir estos tres términos y considerar incluso que son sinónimos. Sin embargo, hay enormes diferencias entre ellos. Cuando hablamos de capacidad, habilidad y competencia nos referimos a un conjunto de aptitudes que se interrelacionan para desarrollar nuestro talento, pero cada una tiene un objetivo particular. Veamos cuáles son: Capacidad. Es la disposición para realizar una actividad. Una persona capaz es quien sabe que cuenta con las condiciones físicas, intelectuales o sociales para emprender algo. Cuando alguien es capaz de hacer algo es porque tiene potencial para desarrollar habilidades. Habilidad. Es el conjunto de destrezas que nos permiten realizar una actividad con rapidez y eficiencia. Las habilidades no son “naturales”; se obtienen a partir de métodos y técnicas que se van desarrollando a través del estudio y la práctica constantes. Competencia. Nos referimos a rasgos particulares que hacen de una persona el candidato ideal para realizar una actividad específica, ya sea por su habilidad, aptitud y actitud, así como su capacidad medible y observable para resolver problemas con cierto talento. Según el autor Howard Gardner, "ser competente es demostrar nuestro talento en situaciones prácticas de la vida". Es un hecho que todos tenemos capacidades y cierto potencial para realizar alguna actividad, pero que seamos “potencialmente” buenos en algo no implica que tengamos la habilidad (destreza) ni las competencias (actitudes) ideales para desempeñarnos correctamente, sobre todo en las áreas directivas y gerenciales que suelen ser complejas y demandantes.Entender cómo se comportan estos tres rasgos de la productividad nos permitirá identificar con claridad a quien posee verdaderas habilidades gerenciales o solamente tiene la capacidad o “disposición potencial” para ser un buen líder gerencial. ¿Por qué son tan importantes las habilidades gerenciales Las habilidades gerenciales son imprescindibles para coordinar, gestionar y dirigir asuntos de vital importancia en una empresa. Quienes asumen este cargo deben ser personas altamente calificadas que puedan representar a la empresa y cumplir con los objetivos de la organización. Es por eso que las habilidades gerenciales están directamente relacionadas con el liderazgo y la toma de decisiones. Varios expertos las dividen en tres grupos: Técnicas: es la suma de conocimientos profesionales enfocados a procesos específicos. Hablamos del uso de recursos o herramientas necesarias para desempeñar el cargo. Conceptuales: son necesarias para desarrollar mapas mentales complejos y abstractos sobre el área, lo que permite a la persona tener un contexto claro del panorama y formular nuevos conceptos. Humanas: es la habilidad más requerida para el cargo gerencial. Implica ser capaz de comunicarse e interactuar de manera asertiva y eficiente para lograr objetivos comunes.Entonces ¿por qué son tan importantes estas habilidades? Porque sin ellas no sería posible ejecutar los objetivos y metas de una organización. Actividades esenciales en una empresa como gestionar, organizar, planificar y sobre todo ejecutar no serían posibles sin la correcta participación de un líder con habilidades gerenciales altamente desarrolladas. Técnicamente, sin el desarrollo de estos recursos cognitivos no sería posible entender la función de los directivos y tampoco medir su desempeño. Hoy en día, el arte de liderar no se apoya solamente en conocimientos profesionales o técnicos, sino también en habilidades que logren motivar, guiar y persuadir de una manera positiva a nuestro equipo de trabajo. Estas son las habilidades gerenciales más apreciadas por las empresas Aunque algunos expertos señalan que los aspirantes a puestos directivos deben contar con más 20 habilidades gerenciales, suelen ser 5 las que se consideran prioritarias por las empresas: Toma de decisiones. Es la principal demanda en los puestos gerenciales, pues implica asumir riesgos potencialmente altos que pueden beneficiar o afectar seriamente a la empresa. Dominar esta habilidad consiste en tener un panorama global de los riesgos y beneficios, así como considerar todas las variables y datos relevantes que repercutirán en los alcances de las decisiones tomadas. Adaptación a los cambios. Implica ser capaces de modificar nuestro comportamiento en relación con los objetivos. Quien se adapta a los cambios con facilidad demuestra que es versátil, flexible y de mente abierta para absorber nuevos aprendizajes. Valorar todos los puntos de vista como parte de una nueva conducta laboral que aprecia las soluciones alternativas y el trabajo colaborativo. Asertividad. Cuando decimos que la asertividad es el idioma del liderazgo, nos referimos al hecho de comunicarnos y expresarnos con un alto grado de eficiencia, de tal manera que los demás no solo escuchen lo que decimos, sino que comprendan nuestra postura y a la vez se sientan escuchados y comprendidos. Resiliencia. Es la capacidad de superar y sobreponerse a situaciones críticas. Implica afrontar cambios drásticos y adaptarse a circunstancias adversas (para las que incluso no se estaba preparado) con miras a regresar a un estado de normalidad. Un líder resiliente ve los problemas como retos que se deben superar, por lo tanto, los errores no son fracasos sino experiencias para la mejora continua. Resolución de problemas. A las empresas innovadoras les importa contratar líderes gerenciales que resuelvan problemas, pero, además, que sus resultados permitan no solo actuar durante el problema, sino antes y después. La manera en que un directivo afronta un problema y ejecuta la solución define en gran medida sus habilidades gerenciales. Versatilidad intelectual. Los directivos deben estar siempre actualizados para generar estrategias acordes a los cambios. La versatilidad intelectual implica estar al tanto de su entorno e involucrarse en diversas áreas de conocimiento con curiosidad e iniciativa, recurriendo a un pensamiento divergente y periférico. Liderazgo transformacional. Hablamos de motivar e influir en los demás de tal manera que se sientan identificados con los objetivos que perseguimos y los consideren suyos. El liderazgo no es un rasgo de poder, sino de autoridad. Genera en los demás un efecto de empatía que los motiva a seguir adelante en sus objetivos y metas. El liderazgo transformacional proyecta una visión de progreso global, con una meta compartida en donde todos los colaboradores apuestan por el crecimiento de la empresa, así como de cada uno de los miembros. El retorno de la inversión en entrenamiento ejecutivo de equipos gerenciales es exponencial y en minutos. Norman Vincent Peale. Te gustó? Compártelo ! Tweet Whatsapp Prev Next