Dirección y planeación estratégica Tips Administración Estrategia ¿Qué es dirigir? Según Zerilli (1992), por dirección se entiende el proceso de guía y constante adaptación de una organización, a través de un preciso esquema lógico de acción, para la consecución en el máximo grado y con la máxima eficiencia de los objetivos de dicha organización. La dirección es un proceso en cuanto que se desarrolla a través de una acción articulada en fases estrechamente conectadas entre sí. Este proceso comprende toda la organización y tiene carácter permanente, buscando constantemente aquellas combinaciones de recursos que puedan ofrecer mejores resultados. Dirigir consiste en conseguir los objetivos de la empresa mediante la aplicación de los factores disponibles, desarrollando las funciones de planeación, organización, dirección y control. El trabajo del directivo pasa por combinar de la manera más eficiente posible los recursos humanos y técnicos para alcanzar los objetivos adecuados (eficacia). Su labor persigue encaminar los esfuerzos de todos los empleados hacia los objetivos de la empresa. Planeación estratégica En sesiones anteriores se planteó el significado del concepto de planeación estratégica y las premisas para llevarla a cabo, recordemos entonces, cuáles son sus elementos. La planeación es el proceso de establecer objetivos y escoger el medio más apropiado para el logro de los mismos antes de emprender la acción. Como manifiesta Russel Ackoff. “La planeación…se anticipa a la toma de decisiones. Es un proceso de decidir… antes de que se requiera la acción” (Ackoff, 1981). En contraste, definimos planeación estratégica como “el proceso por el cual los miembros guía de una organización prevén su futuro y desarrollan los procedimientos y operaciones necesarias para alcanzarlos”. Esta visión del estado futuro de la empresa señala la dirección en que se deben desplazar las empresas y la energía para comenzar ese desplazamiento. Ese proceso de prever el futuro es muy diferente e la planeación a largo plazo; ésta, a menudo, es simplemente la extrapolación de tendencias comerciales actuales. Prever es más que tratar de anticiparse al futuro y prepararse en forma apropiada; implica la convicción de que lo que hacemos ahora puede influir en los aspectos del futuro y modificarlos. El modelo de planeación estratégica ayuda a una organización a comprender que el proceso de planeación estratégica es más que un plan para el futuro. La planeación estratégica debe responder a tres preguntas básicas para una organización. La primera, “¿Hacia dónde vamos?. Sin un sentido claro de la dirección, sin el enunciado de la misión, la claridad acerca del alcance de las operaciones y un conjunto de metas y objetivos específicos, una organización se encuentra a la deriva. La segunda pregunta es, “¿Cuál es el entorno?". Al responder este cuestionamiento, la empresa se ve forzada a observarse a sí misma en forma realista y objetiva, y también a su entorno externo, a sus competidores y a las amenazas y oportunidades que representan. Además debe medir la brecha entre sus metas, sus objetivos y su capacidad para lograrlos. La pregunta final que debe responder la planeación estratégica es “¿Cómo lograrlo”?; es decir, ¿cuáles son los modelos de negocios específicos que pueden posibilitar que la organización logre sus metas y cómo se deben distribuir sus recursos para hacer que funcionen estos modelos?. Como puedes observar, la acción de contestar cada una de estas preguntas implica una toma de decisiones apoyada en información que se genera dentro de la misma empresa o en el exterior. Para lograr tomar la mejor decisión es menester realizar el análisis cualitativo y cuantitativo necesario. En relación con la dirección, cobra mayor importancia, debido a que los que toman decisiones tienen la obligación de proporcionar los elementos necesarios para el mejor funcionamiento de la empresa desde cualquier punto de vista. Misión y objetivos Uno de los aspectos más importantes y, a menudo, uno de los más difíciles del proceso de planeación estratégica es la construcción de una declaración de la misión, es decir, un enunciado breve y claro de las razones que justifican la existencia de la compañía, el(los) propósito(s) o la(s) función(es) que desea satisfacer, su base principal de consumidores y los métodos fundamentales a través de los cuales pretende cumplir este propósito. La declaración de la misión proporciona el contexto para formular las líneas específicas de negocios en las cuales se involucrará la empresa y las estrategias mediante las cuales operará; establece el campo en el cual competirá y determina la manera como asignará los recursos y cuál será el modelo general de crecimiento y dirección para el futuro. Formular la declaración de la misión Después de culminar la fase de búsqueda de valores sigue el desarrollo de la declaración de la misión, el cual debe ser congruente con los valores organizacionales deseados que desarrolló el equipo de planeación durante la fase de búsqueda de valores. Una declaración que no sea congruente con los valores esenciales deseados por la organización y la filosofía de operaciones requerida no ejecutará la tarea esperada: suministrar una estrella guía mediante la cual pueda dirigir la organización. Peor aún, cualquier intento para desarrollar una declaración de la misión sin congruencia con los valores organizacionales deseados posiblemente encontrará un alto grado de resistencia. Una declaración de la misión establece la razón de ser fundamental de la empresa y especifica el rol funcional que ésta va a desempeñar en su entorno. Dicha declaración debe indicar el alcance y dirección de las actividades de la organización y, hasta el punto donde le sea posible, debe proporcionar un esquema para la toma de decisiones por parte de las personas pertenecientes a todos los niveles de la empresa. Un enunciado efectivo de la misión impedirá que las personas desarrollen y propongan planes y proyectos que no aceptará la alta gerencia, puestos que estos no se apegan a los alcances de la misión. Al formular una misión, la organización debe responder a cuatro preguntas fundamentales: ¿Qué función(es) desempeña la empresa? ¿Para quién desempeña esta función la empresa? ¿Cómo le va a la empresa en el cumplimiento de ésta función? ¿Por qué existe ésta empresa? A un nivel operativo, las preguntas serían: ¿Que productos o servicios provee la empresa? ¿Para satisfacer que necesidades del cliente? ¿A quién proveemos nuestros productos o servicios? ¿Como, con que actividades, tecnología y métodos de venta lo hacemos? Finalmente, existe la relación intrínseca entre los objetivos de una organización y la misión, es decir, los objetivos de la empresa están formulados con base en la construcción de ésta, forman parte indisoluble de la razón de ser de la institución y tienen que ser congruentes entre sí. Una organización que no construya sus objetivos en concordancia con su misión, muy posiblemente esté condenada al fracaso. Además de lo anterior, podemos agregar que los objetivos se relacionan también, con la visión de la empresa, relación costo beneficio, con proveedores, con el uso de los recursos, con aspectos financieros, con los consumidores y clientes, entre muchos otros más. El retorno de la inversión en entrenamiento ejecutivo de equipos gerenciales es exponencial y en minutos. Norman Vincent Peale. Te gustó? Compártelo ! Tweet Whatsapp Prev Next