La incertidumbre Tips Gerencia “El Señor es mi pastor; nada me falta. En verdes praderas me hace descansar, a las aguas tranquilas me conduce, me da nuevas fuerzas y me lleva por caminos rectos, haciendo honor a su nombre. Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque tú, Señor, estás conmigo; tu vara y tu bastón me inspiran confianza. Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos; has vertido perfume en mi cabeza, y has llenado mi copa a rebosar. Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis días, y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré”. Sl.23 Incertidumbre Incertidumbre proviene de in (negación) + certidumbre (certeza). Es una angustiante sensación de inseguridad y de duda que todos tuvimos, tenemos y tendremos. Se presenta y aumenta la ansiedad, la tensión, disminuye el optimismo y la esperanza, genera malestar en las relaciones familiares y laborales, disminuye el control positivo de las circunstancias y aumenta la sensación de amenaza y peligro. Genera angustia y muchas enfermedades, nos afecta el rendimiento mental y físico, afecta las relaciones sociales y laborales. Me despedirán? Llegaré a fin de mes? Que “maldita” novedad vendrá hoy? La incertidumbre proviene por desconocer los posibles acontecimientos del futuro, es como caminar a ciegas, sin confianza, sin fe y sin saber hacia dónde. La incertidumbre genera miedo, dudas. La incertidumbre es también el camino, la senda para ingresar en la famosa “zona de riesgo”, donde en realidad se consiguen las grandes conquistas, los grandes éxitos, las grandes ideas. Muchos Directivos fracasan y son removidos de sus cargos por no alcanzar las expectativas comerciales, mientras otros siguen sin saber cómo enfrentar cada día y las transferencias de culpas y defensa de verdades abundan sin resolver los conflictos. Agreguemos que las actuales épocas cambiantes que vivimos destruyen toda capacidad de análisis confiable en la toma de decisiones. Guiarse por experiencias anteriores es sinónimo de resultados negativos. Saber mucho de determinadas cosas tampoco nos libra de enfrentar los problemas. La figura del Rey David es como quien triunfó en su vida laboral, que ingresando de cadete en pocos años llega a CEO de la Organización. David salió detrás de las ovejas, era menospreciado por toda su familia y con “Sabiduría Milenaria” alcanza el trono de Israel. Es el que venció a Goliat y a miles, quien tampoco nunca perdió la sensibilidad de ser un adorador del Señor. Para inspirarnos a nosotros nos dejó el Salmo 23, para que podamos vencer siempre a la incertidumbre. El Señor es mi pastor; nada me falta. Él declaraba quien era DIOS, y cuáles eran sus planes y sus caminos. Aunque pase por el más oscuro de los valles. Sabía que las circunstancias son cambiantes pero que DIOS seguiría fielmente cuidando de él. Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos. Después de enfrentar lo desconocido, sabía que venían los premios. Todos lo sabemos, pero no todos los alcanzan. Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis días. Qué tremenda declaración de compromiso; sabía que con ella volvería a enfrentar un futuro victorioso cuando le toque pasar nuevamente por el más oscuro de los valles. Quienes no cuenten con esta sabiduría milenaria, se pierden el maravilloso regalo de DIOS para atravesar esas angustiantes sensaciones de inseguridad y de duda que todos tuvimos, tenemos o tendremos. Quienes contamos con esta fe, seguiremos disfrutando del caminar sin esa angustiante sensación de inseguridad y de duda. El retorno de la inversión en entrenamiento ejecutivo de equipos gerenciales es exponencial y en minutos. Norman Vincent Peale. Te gustó? Compártelo ! Tweet Whatsapp Prev Next
